Colocar los cebos en las cuevas y demás lugares donde los roedores viven y transitan, de modo que puedan comer sin ser molestados, y que el mayor número de ellos tenga acceso al raticida.

Los ratones prueban todo lo que encuentran, al contrario de las ratas que desconfían de novedades, por lo que lleva  algún tiempo para que estas empiecen a consumir los cebos.

La cantidad de puntos de oferta de cebos varía de acuerdo al grado de infestación y al tamaño del área a ser desratizada. Como recomendación general, se deben colocar 25 g de cebo en cada cueva y en cada local con cebo, evitando el contacto directo con las manos. Usar guantes durante la manipulación.

Los puntos de oferta de cebos deben estar distantes de 5 a 10 metros entre sí y dispuestos de modo a evitar el acceso de niños y animales domésticos. Proteger los cebos de la intemperie y de la humedad.

Transcurridos 7 a 10 días, realizar una inspección para evaluar el nivel de consumo de los cebos.

Reaplicar en los lugares donde hubo consumo y tras lograr la desratización, recoger las sobras de los cebos  de los lugares donde no hubo consumo. No tirar las sobras de los cebos ni desecharlos en cursos de agua.