Son insectos de distribución mundial a excepción de las regiones polares. Las moscas pertenecen al orden Diptera, así como los mosquitos. Los organismos que forman parte de este orden se caracterizan por el tamaño reducido de las alas posteriores (utilizadas como órganos de equilibrio) y la prominencia de las alas anteriores. Además, sufren una metamorfosis completa, pasando por las fases de huevo, larva, crisálida y adulto.

Muchas especies de moscas actúan como vectores de microorganismos patógenos para personas y animales. La mosca doméstica es la especie más común en áreas urbanas.

La mosca doméstica es la especie más común en áreas urbanas.  Las moscas domésticas suelen ser más activas en las horas más calientes del día, buscando lugares bien iluminados. El aparato bucal de este tipo de mosca sólo permite la ingestión de alimentos líquidos o semilíquidos, que pueden ser húmedos o podridos. Entonces, regurgitan su saliva bastante enzimática, licuando los alimentos sólidos.

En entornos domésticos, normalmente son atraídas por basura y alimentos como pescado, carne, leche y sustancias azucaradas. Los huevos son depositados en lugares donde hay materia orgánica en descomposición y son necesarias de ocho a 24 horas para que eclosionen. La etapa de larva, dura cerca de tres a cinco días y la etapa de crisálida también. Este período depende de las condiciones ambientales, pero, en promedio, dura entre 10 y 14 días. Son vectores de varias enfermedades porque transitan por alimentos desprotegidos en los hogares.

Es muy importante como vector mecánico, transportando agentes patógenos en su cuerpo y transmitiendo enfermedades como la salmonelosis, la enteritis, las disenterías amebianas, la hepatitis, la conjuntivitis, la lepra, las enfermedades verminosas etc.

Las enfermedades más comunes son la diarrea, el cólera, la conjuntivitis, la gastroenteritis y la tuberculosis.