Al igual que las garrapatas, los escorpiones y los ácaros, las arañas pertenecen a la clase Arachnida. Existen aproximadamente 35.000 especies de arañas y viven prácticamente en todas las regiones del planeta. Tienen gran importancia ecológica, ya que son depredadoras naturales capaces de regular la población de insectos que podrían convertirse en plagas.
Se distinguen de los insectos porque no poseen alas ni antenas, porque tienen cuatro pares de patas y porque producen telaraña. La mayoría de las arañas posee cuatro pares de patas y cuatro pares de ojos, pero, en algunas especies, algunos de estos pares de ojos pueden estar ausentes.
Las arañas disponen de aguijones para la inoculación de veneno, que se utiliza en la captura de presas y como agente de defensa.
La mayoría de las arañas es reservada y gusta de entornos oscuros y áreas protegidas. Pueden ser encontradas dentro y fuera de la casa. Tejen sus telarañas para atrapar sus presas. Algunas arañas necesitan mucha humedad y pueden ser encontradas en baños, sótanos, espacios pequeños, depósitos y áticos.
Sólo algunas especies pueden ser venenosas para los seres humanos, pero, aun así, generan miedo y aversión en la población. Sus picaduras pueden ser imperceptibles, ya que, muchas veces, anestesian la zona.